Poseo un bagaje de más de tres décadas como estratega senior en el ámbito del marketing cultural, una trayectoria que ha nutrido mi capacidad para trazar senderos de progreso en los ecosistemas musicales y culturales. Mi enfoque se ha centrado en el liderazgo, la gestión de equipos, el desarrollo de productos y la excelencia operativa en entornos tanto de startups como de corporaciones multinacionales.
En los albores de la era digital, fui capaz de vislumbrar el potencial de Internet y su capacidad para empoderar a la clase creativa como ninguna otra herramienta había hecho hasta entonces. Durante las dos últimas décadas, he estado al frente del desarrollo de varios proyectos en la intersección de la cultura creativa e Internet. Desde colaboraciones con grandes empresas hasta la gestación de nuevas empresas, siempre he buscado un equilibrio entre el beneficio económico y el impacto social positivo. Mi labor ha sido impulsada por la convicción de que la fusión de lo artístico y lo tecnológico puede trascender las barreras y generar un cambio significativo en el mundo que nos rodea.
Medellín, ciudad inspiradora y vibrante, ha sido el epicentro de experiencias inolvidables que han marcado mi carrera y han dejado una huella imborrable en mi corazón creativo.
Medellín, cuna de mi carrera creativa, ha desempeñado un rol trascendental en mi trayectoria. Fue allí, en el año 1999, donde inicié mi travesía como uno de los pioneros de Internet en el país, a través de Paisas.com. Diez años después, en 2010, tuve el honor de dirigir y producir la décima versión de Un-Convention una idea gestada en Manchester (Reino Unido), que ayudo para evidenciar el poder social de la música a través de los procesos que estaban teniendo lugar en las diferentes comunas de Medellín.
Sin embargo, uno de los momentos más destacados llegó a principios de 2012, cuando tuve el privilegio de actuar como productor ejecutivo durante las grabaciones del álbum debut de Ondatrópica. Fue en el icónico estudio de Discos Fuentes, ahora desaparecido, donde presencié la gestación de una obra musical que trascendería fronteras y cautivaría a audiencias en todo el mundo.
Cargado con los valiosos aprendizajes adquiridos durante mi recorrido por ciudades como Manizales, Medellín, Bogotá, Nueva York, Miami, La Habana, Lima, San José de Costa Rica y Kingston, me encontré listo para asumir el desafío más trascendental de mi trayectoria. Fui llamado a liderar uno de los proyectos de marketing cultural más ambiciosos financiados por Red Bull en la última década: Red Bull Station (2015-2019), una "fábrica creativa" en el corazón de São Paulo. Esta iniciativa no solo contribuyó a fortalecer la reputación de la marca, sino que también impulsó la cultura urbana del país. Durante mi participación en el proyecto, pude presenciar el poder transformador del aprendizaje colaborativo y el apoyo mutuo, que se convierten en pilares fundamentales para enriquecer la cultura. En ese escenario, vislumbré un preludio de nuestro potencial creativo colectivo en el siglo XXI.
El viaje por estas ciudades y la experiencia en Red Bull Station han moldeado mi visión sobre la importancia de la colaboración y la sinergia en la cultura contemporánea. Cada paso dado en este camino ha afianzado mi creencia en el poder de la unión creativa, evidenciando que juntos podemos alcanzar logros extraordinarios en el escenario del siglo XXI.
Durante los últimos cuatro años (2019-2023), he enfocado mis esfuerzos a la investigación del impacto de la web3 en el ecosistema musical. Además, he tenido el privilegio de participar en procesos de formación que promueven el aprendizaje colaborativo en el ámbito musical y cultural. Estas experiencias han sido posibles gracias al apoyo de destacadas instituciones como el British Council en Bogotá, Colombia, UNESCO en San José, Costa Rica, 423Hz en Buenos Aires, Argentina, IDARTES en Bogotá, Colombia, Parque Explora en Medellín, Colombia, y In Place of War en Manchester/Medellín.
A través de estas colaboraciones con entidades de renombre, he tenido la oportunidad de sumergirme en dinámicas que han fortalecido la formación y el crecimiento conjunto en el campo creativo. Estos espacios de intercambio y aprendizaje han ampliado mi visión sobre el potencial transformador de la música y la cultura en la era digital, y han nutrido mi compromiso por explorar nuevas posibilidades y perspectivas para pensar en nuevos modelos de progreso.
En el presente, me desempeño como Consultor de Marketing Cultural en Culture People, donde trabajo en estrecha colaboración con profesionales apasionados por la promoción y difusión de la cultura. También soy aprendiz y colaborador en Water & Music una DAO dedicada a investigar la intersección entre la música y la tecnología, donde tengo la oportunidad de sumergirme en los avances más vanguardistas de la industria.
Además, tengo el privilegio de servir como embajador de FUTURX, una comunidad latinoamericana con base en Argentina que fomenta el aprendizaje y el intercambio en torno a la música y la tecnología, basada en la revolucionaria web3. Estos roles me permiten estar en la vanguardia de los desarrollos más emocionantes en el ámbito musical y tecnológico, mientras contribuyo a impulsar la innovación y el crecimiento en la comunidad creativa.
A través de estas valiosas oportunidades, sigo comprometido en mi misión de expandir los límites de lo posible en el ecosistema musical y abrazar el potencial transformador de la tecnología para el bienestar y el progreso cultural.
Y a lo largo de todo este proceso, la música siempre me ha acompañado. Como apasionado melómano y selector, he dedicado innumerables horas a escuchar y seleccionar música, creando sets de sonidos que nos transportan a territorios desconocidos, cargados de intenciones sanadoras. La música, con su poder evocador, es mi aliada constante en el camino, guiándome y nutriendo mi espíritu creativo. A través de sus notas y ritmos, buscamos trascender las barreras y permitir que el poder sanador de la música nos envuelva y nos lleve a danzar en un universo de posibilidades ilimitadas.